lunes, 1 de diciembre de 2014

Hoy no me siento

Buenas noches.

Vacío. Si alguien me hubiera preguntado cómo me siento hoy, hubiera respondido que vacío. Bueno, probablemente hubiese contestado que bien, tampoco voy a engañaros, pero no sería cierto. He vivido algo mucho más parecido a un domingo de resaca que a un lunes; no entiendo bien el por qué de este retraso. Se me ha retrasado la resaca, como si se creyera mi menstruación. No los síntomas físicos, que esos ya los tuve ayer, sino la desazón, la sensación de desasosiego que desde hace algún tiempo me acompaña las horas posteriores a mis despertares jaquecosos.

Es una sensación de ausencia: me falta algo que antes tenía y ya no. Y no me refiero a nada ni nadie en especial. Alguien que pasó por mi vida decidió llevárselo consigo. Desde entonces lo busco cada domingo, muchos viernes y algunos sábados. Es una búsqueda muy difícil, porque no sé lo que he perdido. Yo, de todas maneras, me empeño en buscarlo; siento que debía ser importante.

Me recuerda a ese "malestar que no tiene nombre" del que hablaban algunas feministas norteamericanas. He pasado el día en una inmanencia existencial de la que me ha sido imposible escapar. Me he sentido inútil, falto de afecto, irrelevante en la vida de nadie, incluso parasitario. En resumen, no me he sentido. Necesito una función en la vida sobre la que materializar mi anhelo de trascendencia. Sea lo que sea que haya perdido, lo necesito.

Si consiguiera encontrarlo ...

No hay comentarios:

Publicar un comentario